5/30/2009

Techint y el kirchnerismo, una amistad que crece

En una jugada que responde más a campañas electorales y lobbys empresarios, en los últimos días, la crema empresaria en la Argentina y los políticos de la oposición mostraron su desacuerdo con las estatizaciones dispuestas por el gobierno de Venezuela. La decisión del presidente Hugo Chávez afectó los intereses de la multinacional Techint. El poder económico y sus voceros anunciaron que de ganar las elecciones de junio, el kirchnerismo aplicaría el mismo camino que el venezolano en nuestro país. Lejos de esas afirmaciones, en la ribera de Quilmes y Avellaneda, Techint y el oficialismo avanzan en la construcción de un megaemprendimiento inmobiliario que agudizará las desigualdades sociales y arrasará con el último pulmón verde de la zona.

Techint fue beneficiado con la entrega de buena parte de las tierras de la ribera de ambos partidos como resultado de un negociado que en 1978 impulsó la dictadura militar junto a uno de sus mayores aliados del sector privado. En las plantas del conglomerado siderúrgico, los grupos de tareas perseguian activistas gremiales de común acuerdo con las cúpulas militares. 200 de los 30 mil detenidos desaparecidos eran empleados del grupo de la familia Rocca. Ya en democracia, lejos de un contrato al que empresa Syusa – subsidiaria de Techint – incumplió en cada uno de los artículos correspondientes a sus obligaciones. Por el contrario en 1989, una modificación contractual hizo que la cantidad de hectáreas que pasaban a manos de Techint aumentaran considerablemente. La relación entre el gobierno nacional de entonces, encabezado por Carlos Menem y el grupo no podía ser mejor: como parte del modelo privatizador, Techint compró a precio de regalo la estratégica fábrica de aceros Somisa, consolidando su emporio siderúrgico en la región. Hoy de cada tres caños petroleros utilizados en el mundo, dos son fabricados y vendidos por Techint.

El emprendimiento que Techint proyecta montar en la ribera del Río de la Plata, es impulsado directamente por el gobierno nacional, a través del ministerio de Planificación Julio De Vido, cuanta con la aprobación del gobierno de Avellaneda, a cargo de Baldomero Álvarez y del visto bueno del gobernador Scioli. En Quilmes, el reciente acuerdo electoral entre los sectores oficialistas que encabezan el ministro de Seguridad y Justicia de la Nación Aníbal Fernández y el actual intendente Francisco Gutiérrez. Así, lejos de avanzar sobre los intereses de uno de los grupos que mayor beneficio sacó de las políticas saqueadoras aplicadas en nuestro país en las últimas tres décadas, el oficialismo se muestra como un compacto sin grietas a la hora de apoyar el megaproyecto inmobiliario del conglomerado siderúrgico.

Cristalizar la desigualdad en el reparto de las ganancias, incrustando un proyecto concebido para las elites, acabar con el último pulmón verde, alterar el medio ambiente de forma irreversible para las próximas generaciones, ese es en definitiva el modelo que Techint y el kircherismo impulsan en total acuerdo. Lo demás, exageraciones de campaña electoral.

Ver notas anteriores:
- ¿Como es el proyecto Nuevo Costa del Plata de Techint?

- Contra el proyecto de Techint en Avellaneda

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